El festín del artista.




¿De qué va?:
Siglo XIX, Dinamarca. Dos hermanas de avanzada edad recuerdan algunos de los momentos más importantes de sus vidas. Dichos recuerdos narran la aparición de diferentes personajes ajenos a la aldea, que intentan alejar a las hermanas de la vida de caridad y puritanismo que siguen de la mano de su padre, el Pastor del pueblo. Sin embargo, la llegada de Babette, una criada francesa que huye de su país, supone un punto de inflexión en la vida de las dos hermanas, que la aceptan en su casa al mismo tiempo que los vecinos la aceptan rápidamente en su pueblo. Años más tarde, como compensación, Babette decide gastar su dinero ganado en la lotería en un gran banquete.


¿Qué nos ofrece?:
En primer lugar, la película nos presenta la remota aldea dónde se sitúa la acción, introduciéndonos los personajes y las costumbres claves para entender el desarrollo de la trama. Rápidamente observamos que la religión parece ser el eje central del largometraje de Gabriel Axel, el extremismo religioso que el padre de las dos protagonistas otorga al pueblo tiene su antítesis en la figura de Babette, que aparece tras su muerte, representando los placeres y lujos de la vida francesa que la religión de la aldea ve como pecado.
A medida que avanza la historia, sobre todo con la llegada de Babette al pueblo, se abandonan ligeramente algunos temas introducidos como el amor, la religión o el éxito para dejar paso al verdadero plato principal: la comida. Babette se convierte en la protagonista y así nos lo demuestra la película mostrándonos tanto los alimentos que prepara habitualmente, como la rutina diaria que sigue la criada francesa a lo largo de 14 años.

A pesar de la solidez del guión, la sencillez que desprende el largometraje, junto a las actuaciones notables de unos personajes más que entrañables, acompañados de una fotografía espléndida, hacen de “El Festín De Babette” una obra que transmite una paz interior al alcance de muy pocas.

Tarda en llegar, pero el banquete que da el título a la cinta es uno de los más recordados de la historia del cine no sin merecimiento. Ante nosotros se expone una serie de platos dignos del más lujoso de todos los festines, no obstante, son las reacciones de los religiosos y austeros vecinos del pueblo, delante de tal suculento manjar, el verdadero punto fuerte de la película.
Y entonces llega el final, un final con un mensaje de esperanza para aquellos artistas que no encuentran su lugar en el mundo.

Sus puntos fuertes:
+ La humildad que transmite, todos podemos aprender algo tanto de Babette como de las dos hermanas.
+ El mensaje, punto clave de todo el filme.

Sus puntos débiles:
- Es difícil encontrar defectos en una película tan completa, sin embargo muchos nos quedamos con ganas de un mayor desarrollo de algunos personajes.

¿Hay que verla?
Sin duda, “El Festín De Babette” ofrece un contraste entre diferentes puntos de vista extremos que no dejará indiferente a nadie.

La frase:
“Un artista nunca es pobre”.

El momento:
El discurso final de Babette. Pone punto y final a la película pero da inicio a un periodo de reflexión por parte del espectador, sobre la información recibida durante el desenlace de ésta.

La Llave Azul otorga a 'El Festín de Babette' un 8 de nota

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