Fireworks.



Estamos ante una especie de popurri de conceptos. La película prepara al espectador para un drama que no quiere llegar. Lo que no significa que al final se llegue a una reflexión en los personajes.

Más allá de lo que la película transmite o no, decir hay, que está muy bien narrada, los veinte primeros minutos especialmente son mecánicos, de ahí a la primera hora la película es un tobogán de realismo bastante ameno. No se basa en los más simples estándares del drama, simplemente es metraje en sí mismo, muy natural y muy único, es uno de sus puntos fuertes, puede que no logre el dramatismo que debería una historia tan potente en argumento como esta, pero lo que si hace es transmitir de una manera realista un hecho dramático. Se aleja de los posibles sensacionalismos y se refugia en algunas tramas secundarias, algunas acertadas y otras no tanto a la hora de hablar de ella como conjunto.

La segunda mitad del film, es un tanto irregular, hasta esta parte la película resultaba notable, es aquí dónde empieza a cansar ya que queda estancada y el guión no encuentra una salida demasiado asequible, utiliza una subtrama final improvisada en el último momento para volver a más de lo mismo, y rompe todo lo anteriormente conseguido por la película. Te preparan durante una hora una historia bien contada y llegados a un punto arrugan la hoja de papel y la tiran a la papelera para volver a empezar una más corta que se resuma a veinte minutos y que cierre la historia, básicamente esa es la idea que al final termina desprendiendo la película. Y es que, el final, es demasiado plástico, toda la sinceridad y crudeza que hasta entonces desprendía se desvanece en cosa de los veinte minutos finales, ¿resulta efectivo esto? Muy dramático no es, pero teniendo en cuenta que la historia principal ya estaba gastada, las subtramas agotadas y algunos hilos ya cortados, la única salida si se piensa bien era algo así. Pero el problema es que es poco para lo que la película nos llevaba prometiendo.

Habiendo analizado la estructura general, la idea de la película se queda en los dos personajes principales, que realmente llegan a una relación extraña, pero que facilita mucho las cosas a la hora de contar la historia. Son ellos los que llevan la película, tanto como personajes como actores. Los dos personajes son la clave, ya que por ellos pasa toda la película de forma objetiva, ellos mismo son el punto de drama y subjetividad que hay que darle a la película y cuya idea se va dando forma a lo largo de casi dos horas. Porque realmente la película no tiene mucho que rascar, son los personajes los que la van dando forma con sus ideas, pensamientos y decisiones, además como ambos personajes tienen dos conflictos diferentes cada uno tiene, además de para su conflicto, un punto de vista para el del otro lo que da mucho juego a la idea.

No hay climax definido, se supone que sí, al final, pero en mi caso muy efectivo no resultó, me pareció un recurso demasiado improvisado que estropea el resultado final, pero hay una serie de dosis repartidas a lo largo de la película que la mantienen equilibrada en torno a los personajes.

Marion Cotillard está realmente sublime, resulta agradable, quizá no tan dinámica como en otras ocasiones la hemos visto, pero el contraste es grande, su personaje es mucho menos carismático y más apagado. Matthias no se queda atrás, una interpretación clave, un personaje muy duro que sabe llevar con soltura y facilidad, resulta muy creíble y profundo en determinados momentos dónde la película te atrapa.

El montaje es correcto, se emplea quizá demasiado el desvanecimiento para cambiar de contexto, cosa que en algunos momentos es muy apta y adecuada, pero en otros resulta algo innecesario. La música: extraña, es decir, está bien elegida, pero no esperas una canción de Katy Perry en medio de una escena (en mi opinión, la) más "dramática" de la película)

Va sin rumbo, dónde dos personajes se encuentran y se mezclan los conceptos, el reflejo de un drama social con otro muy distinto. Resulta agradable, amena en general, y con escenas memorables e interpretaciones fabulosas, un drama social impoluto casi en su totalidad.

La llave azul le otorga un 7.5 de nota a "De Rouille et D'Os"

1 comentarios:

  1. ¡Hola! yo vi “De óxido y hueso” ayer. Es entretenida. Para mi lo mejor es como va desarrollándose el drama a través de dos personajes con personalidades tan opuestas. Marion Cotillard interpreta muy bien el papel y de Matthias Schoenaerts… tengo serias dudas de si interpreta un papel o directamente es un “empanado”…
    ¡Un saludo!

    ResponderEliminar